18 de noviembre de 2008

ÁLVARO Y EL EXAMEN

Aquel día Álvaro llegó a casa muy preocupado. ¡Tenía examen de lengua! Pero no un examen cualquiera, sino... ¡Un examen final! Así que entró corriendo en casa y gritó:

-Abuela, abuela, preparame una infusión que tengo un examen de lengua. Y así lo hizo. La abuela buscó en la estantería y encontró el tarro correcto. La abuela empezó a hervir la hierba y en una hora o dos estaba lista. Álvaro se la tomó y empezó a estudiar para que la infusión le hiciera efecto. A la mañana siguiente, Álvaro le dijo a su abuela:

-¡Abuela, mañana tengo el examen! Y la abuela le hizo otra infusión y dijo:

-Dos infusiones bastan para que estés totalmente preparado para un examen y también un poco de estudio. En el colegio, Álvaro repasó para el examen y mientras Mozart, el pajarito, revoloteaba por su cabeza sin parar. El día del examen, Álvaro estaba muy nervioso. Después de clase estaba muy contento. !Había aprobado! Llegó a casa, abrió la puerta de un portazo y dijo:

-Abuela, abuela, he aprobado el examen. La abuela se alegró tanto que tomaron unas galletas y se fueron al parque de atracciones.



María Leis Bravo

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Quedoulle moi ben a historia a María.
O blog está quedando xenial, se queredes escribir algo podedes escribilo.

****QUE QUEDEN BEN ESOS COMENTARIOS****

Anónimo dijo...

Dra.Sara y María: Nos gusta mucho la NAVIDAD.

Anónimo dijo...

Hola,son a Dra.Rebeca

Anónimo dijo...

Encantame o traballo da miña amiga

Anónimo dijo...

A historia de María quedou moi ben, aínda que tamén podía traballar máis.
RICARDO

Anónimo dijo...

Ola
Eu digo o mesmo ca Ricardo, o conto de María quedou moi ben pero Ricardo pobre María aínda
que podería traballar un poucos máis non o digas.


Irennita

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